10 mejores remedios para dejar de fumar
Al luchar contra el tabaquismo, vale la pena recordar que nadie tuvo éxito la primera vez. Alguien ha hecho más de 30 intentos. Lo más importante es la determinación y muchas ganas.
Analizar las causas del estrés y tratar de evitarlas
Todo el mundo empezó a fumar por una razón. Y una persona a menudo fuma cuando está nerviosa. Trate de excluir tales situaciones de su vida tanto como sea posible.
- Encuentra un nuevo pasatiempo. No importa cuán trillado e incluso tonto pueda sonar, funcionará. Cuando te dejas llevar por el hecho de que realmente disfrutas mucho, la idea de un cigarrillo ni siquiera se atreverá a entrar en tu cabeza. Lo más importante es adoptar una actitud: “Fumo porque estoy aburrido, no porque quiera”.
- Practique deportes. El deporte es el mejor sustituto de todos los malos hábitos. El ejercicio te enfoca a lograr un objetivo específico, mejora tu estado de ánimo, te enseña a controlarte, lo que te permite olvidarte de las ganas de fumar.
- Cree su propio método de abstinencia. A la primera idea de un cigarrillo, actúe de inmediato. Puede ser cualquier cosa. Puedes empezar a contar, leer un poema, hacer flexiones, dibujar círculos. Lo más importante es llevarlo a la automaticidad. Y después de las acciones realizadas, ya no querrás tomar un cigarrillo en tus manos.
- Encuentra personas con ideas afines en las redes sociales. Hoy en día, puedes encontrar absolutamente todo en Internet. Ingrese su problema en un motor de búsqueda e inmediatamente será destacado por miles de personas que luchan contra la misma adicción. Puede compartir sus pensamientos, formas de dejar de fumar y, lo que es más importante, obtener apoyo y dárselo a los demás.
- Come bien. Una nutrición adecuada es la clave para una buena salud y un estado nervioso. Al introducir frutas y verduras en tu dieta, recibirás mucha más fibra. Y el deseo de fumar es igual al deseo de fibra. Al reemplazar un cigarrillo con una manzana, no perderá nada.
- Beba más leche. La leche no es un sustituto de la sensación de fibra, pero estropeará mucho el sabor de los cigarrillos. Después de tal sabor, difícilmente querrás levantar un cigarrillo.
- Comuníquese con un especialista. Si la situación ha ido demasiado lejos y no puede arreglárselas solo, busque una persona capacitada en la ciudad. No hay vergüenza en esto. Le recetará medicamentos especiales que reducirán gradualmente el deseo de fumar. Pero acude a un especialista con críticas positivas. Un terapeuta no capacitado puede recetar pastillas que tienen muchos efectos secundarios desagradables.